Han pasado casi dos años desde que la pandemia fue declarada y llegó a nuestro país. El proceso de confinamiento y los innumerables cambios que tuvimos que enfrentar impactaron también a lactantes, niños, niñas y adolescentes. La modalidad de estudios cambió drásticamente impidiendo que los niños y niñas interactuaran entre sí. 

El confinamiento, las dificultades de la educación online sumado a la inestabilidad económica, generó una sensación de estrés que ha tenido consecuencias en la salud mental de nuestros estudiantes, si bien ya se implementan clases presenciales, aún hay muchos estudiantes que siguen realizando clases de manera online. 

Según la OMS más de 1 millón de chilenos sufre de ansiedad y 850 mil viven con depresión. 

Mesa de trabajo por salud mental de estudiantes 

El pasado 21 de octubre la Cámara de Diputadas y Diputados solicitó al Presidente de la República crear una mesa de trabajo coordinada por los Ministerios de Salud y Educación, la que busca articular los actores de la educación básica, media y superior para llevar a cabo medidas que garanticen el acceso a la salud mental de los estudiantes. 

La resolución 784, en la que trabajaron las Diputadas y Diputados, se fundamenta en el informe de la OMS presentada este año en la que se plantea que en el último periodo se han realizado manifestaciones que exponen la excesiva carga académica como una de las principales causas de la precaria salud mental en los estudiantes. Las cifras son alarmantes, “un 27% presenta sintomatología de depresión severa, un 24% consumo de alcohol problemático, un 15% padecería algún transtorno de alimentación y un 5% presentaría riesgo severo de intento de suicidio”.  

Es por esto que se solicitó la mesa intersectorial que aseguren el acceso a la salud mental y que se ocupen de promover y prevenir estos problemas en los estudiantes de educación básica, secundaria y superior. 

¿Cómo mejorar la salud mental de nuestros hijos? 

Es muy importante actuar según la edad y etapa por la que estén pasando nuestros hijos: 

• 0 a 5 años: Dedícale tiempo de calidad, trabaja en una relación afectuosa para que se sienta protegido. Intenta fomentar la interacción social con otros niños o salidas al aire libre en medida de lo posible, aún estamos en pandemia y debemos seguir cuidándonos, pero busca alternativas seguras. Si no quieres salir de casa, practiquen juegos que le permitan sentirte cerca. 
• 6 a 10 años: Intenta dedicar tiempo para realizar las tareas de la escuela, es muy posible que la educación en casa haya sido abrumadora los últimos meses, si están de acuerdo, pueden comenzar con clases presenciales. Dedícale una conversación diaria, en donde pueda contarte sobre su día, dale el espacio para expresar sus emociones y valídalas. Apoya la práctica de deportes y actividades en donde pueda aprender a liberar el estrés. 
• 11 a 13 años: Hazle saber que puede contar siempre contigo, intenta no juzgar todo el tiempo sus decisiones. Pueden organizar un día a la semana para hacer un panorama juntos, no importa si están en casa, pueden ver películas o cocinar juntos, lo importante es tener la instancia para conversar y pasar un buen rato. Apoya la práctica de un hobby o deporte que le permita botar tensiones y pon atención a su círculo de apoyo como familiares y amigos. Asistir a terapia psicológica es una buena opción. 
• 14 a 18 años: A pesar de la clara independencia que muestran a esta edad, los adolescentes suelen ser más vulnerables en esta etapa, ya que su estado de ánimo cambiará muy rápido debido a la ansiedad social. Tu trabajo es generar instancias en las que puedan compartir tiempo de calidad y estar siempre ahí para escuchar sus preocupaciones. Es importante incentivar hábitos saludables para su vida adulta y estar alerta a situaciones de riesgo como el consumo de sustancias y alcohol. En esta etapa su círculo de apoyo como amigos y familiares puede ser crucial en su toma de decisiones, asistir a terapia psicológica es una buena opción. 

La importancia de jugar y comunicarse 

Para Jorge Escudero, psicólogo infantil de World Vision Chile “el mundo de los niños y las niñas se construye activamente desde las actividades recreativas, el juego y la diversión. Esto permite aprender nuevas habilidades y establecer un vínculo afectivo con sus adultos significativos” por lo tanto es a través del juego que podemos ayudar a los niños y niñas a comprender y sobrellevar esta situación. 

Cuando sean adolescentes el tiempo de juego puede convertirse en realizar una actividad juntos, una conversación que le permita sentir tu apoyo y cariño. Un niño, niña o adolescente que siente que está siendo apoyado tiene más herramientas para mejorar por su salud mental. 

Refuerza la comunicación realizando actividades recreativas familiares para no aburrirse en casa.