Según estudios, muchas de las consecuencias del confinamiento en los niños afectan su salud mental de forma negativa. Como padres y madres es nuestra responsabilidad detectar y resolver estas afecciones antes de que se conviertan en un problema mayor. Descubre aquí cómo.
Probablemente la frase más escuchada durante mucho tiempo haya sido “quédate en casa”, una oración que tiene un valor de protección, pero que no dice nada en el fondo para muchos niños y niñas. Quedarse en casa… ¿haciendo qué?
Por supuesto, para los niños esto fue a primera vista una señal de “vacaciones en el hogar”, pero ¿qué pasa cuando ya los juegos se tornan aburridos por el confinamiento? ¿qué sucede cuando se aburren incluso hasta de los videojuegos y el teléfono y las clases online o las horas de recreo se vuelven rutinarias?
Aunado a esto también abandonaron el colegio sin apenas poder despedirse de sus compañeros y sin saber cuándo se reencontrarían en persona. Durante el confinamiento, la interacción social de los niños se limitó prácticamente a los miembros de su familia.
Lo cierto es que, además del aburrimiento y el aislamiento, los niños y niñas pueden presentar otra serie de consecuencias que afectan su salud mental, las cuales veremos a continuación.
Alicia Álvarez, de la UTCCB, menciona para el diario La Vanguardia que estudios previos sobre el impacto del aislamiento en pandemias previas y tras desastres naturales o grandes catástrofes, la mayoría realizados en adultos, han demostrado que “hay una ratio cuatro veces más alta de estrés postraumático en niños en cuarentena que en niños que no han estado en esta situación”.
Dependiendo de la edad de tu hijo/a, es posible que durante el confinamiento se haya despertado un miedo por los rebrotes a futuro, por el bienestar de su familia y por la incertidumbre y la inquietud de no poder salir sin mascarilla. Revisa este artículo para que conozcas cómo puedes solucionar los problemas de ansiedad en tus hijos.
A falta de ejercicio diario, de rutinas más intensas y de más horas de juego con sus dispositivos móviles, posiblemente tus niños se estén quedando despiertos hasta muy tarde o estén durmiendo en horas que no corresponden. Si este es tu caso, aquí puedes encontrar la solución.
Bien sea que estén asistiendo a clases mixtas o virtuales, el confinamiento ha ocasionado que muchos niños pierdan la capacidad de concentración; bien sea porque no asocian al hogar como un espacio para el estudio (o al menos no por una cantidad prolongada de horas), o porque se distraen fácilmente. Ante esta situación puedes ayudarlos con estos tips para que tus niños se concentren estudiando en casa.
Conclusión
No todos los niños están viviendo el confinamiento de la misma forma. La edad es un factor importante, hasta los dos años aproximadamente, si los padres están bien, los niños están bien. A partir de entonces depende mucho del propio niño y de cómo la familia gestione los sentimientos.
No obstante, pese a que muchas familias estén enfrentando bien esta situación, no todas cuentan con los recursos necesarios para poder brindar salud emocional y económico a sus hijos e hijas, por lo que en World Vision trabajamos para llevar ayuda a las familias, en especial a los niños, niñas y adolescentes, en situaciones de vulnerabilidad para que continúen con sus estudios y tengan un mejor futuro.