¿Qué tan difícil se te hace acaparar la atención de tus hijos? Muchas veces puede ser todo un desafío lograr que nuestros hijos nos escuchen atentamente.
La escucha activa es una habilidad que puedes trabajar con tus pequeños y potenciar a la vez valores como el respeto, la tolerancia y la paciencia, entre otros.
Los juegos que te proponemos se pueden realizar con toda la familia, en momentos cotidianos y no necesitan previa preparación.
1.- Bachillerato hablado: Este juego nos permitirá incluir a los más pequeños que aún no escriben y justamente pone el foco en escuchar. Uno de los miembros de la familia debe comenzar presentando el contexto de la situación, por ejemplo “hoy fui al parque y me encontré con árboles…” y así cada miembro del grupo debe nombrar un objeto que se pueda encontrar en el parque, supermercado, tienda de zapatos, entre otros.
2.- El teléfono: Todos los miembros del grupo deben ordenarse uno al lado del otro. Quien comienza dice una frase a un participante al oído, y así cada participante debe traspasar la frase que cree que escuchó. Al llegar al último participante, éste debe decir en voz alta la frase final, si coincide con lo que el primer participante dijo, todos ganan. Si la frase no coincide, tendrán risas aseguradas.
3.- Simón dice: Debemos partir con la frese “Simón dice…” cada participante debe proponer una actividad. Por ejemplo “Simón dice que todos debemos saltar, Simón dice que leamos un cuento, Simón dice que nos abracemos”, así hasta que todos los participantes hayan propuesto una actividad.
4.- La historia inventada: Quien comienza con el juego debe tomar una pelota, o un objeto significativo. Comienza a inventar una historia, mientras los demás escuchan atentamente. Luego de un rato, el participante lanza la pelota o el objeto a otro participante y este debe seguir con la historia, pasando el objeto por todos los participantes hasta terminar.
Cada uno de estos juegos promueve la escucha activa, el respeto por los deseos y las ideas de los otros, la tolerancia, el autoconocimiento y la expresión de nuestros pensamientos, lo que traerá grandes beneficios si practicas esta actividad frecuentemente.
Es importante que los adultos no sólo propongan los juegos, sino que también eduquen con el ejemplo todos los días. Escuchar atentamente es un ejercicio que parece fácil de realizar, pero si analizamos nuestro día a día, podrás ver que no todos hacemos algo tan importante como escuchar a nuestros hijos con respeto, sin interrupciones.
Para lograrlo es fundamental que tu comunicación no verbal apunte a que estás poniendo atención, si es necesario arrodíllate hasta acercarte lo más posible a tus niños, míralos a los ojos y escúchales en silencio.