4 claves para entender y fomentar la sabiduría de la niñez en pandemia
Jorge Escudero
martes 15 de septiembre - 2020
La pandemia por Coronavirus llegó a cambiar nuestras vidas. Nos ha puesto en escenarios impensados y en una realidad que nos obliga a mirarnos silenciosamente. Al pasar por periodos difíciles, es necesario detenerse y mirar a los niños y las niñas que tenemos la oportunidad de acompañar en su vida. En sus conductas, emociones y pensamientos hay una sabiduría que de generación en generación se ha transmitido para traernos varios mensajes:
Los niños cuidan su corazón: muchas veces se disgustan con sus amigos y, al pasar un tiempo, retoman su vida sin rencores, con amistad y mirando hacia adelante. Su corazón no suele contaminarse de rencor. En esta línea, es importante conectarse con espacios que entregan un alivio extra al corazón de los niños y que, de paso, nos sirven de modelo a los adultos de la familia. Actividades como meditar, realizar yoga, tai-chi, mindufullness o simplemente realizar respiraciones profundas que contribuyan a la calma corporal. Nuestro corazón tiene una conexión directa con nuestro cerebro. Así, en la medida que se facilitan espacios de calma, también le damos al organismo un respiro que lo refuerza y fortalece para los desafíos inevitables de la vida.
Los niños disfrutan de la naturaleza: la naturaleza es una muy buena aliada, toda vez que le permite a los niños y las niñas ser creativos, sorprenderse, encontrar refugio y practicar la gratitud. Este vínculo se fortalece, cuando los adultos guiamos a los niños respecto del asombro y respeto ante todos los seres vivos con quienes compartimos nuestro planeta. La ciencia ha demostrado el beneficio de pasar periodos de tiempo en medio de un bosque, un parque, un jardín o una plaza, donde se toma contacto directo con árboles milenarios y se reciben sustancias químicas provenientes de ellos que generan calma y serenidad.
A los niños les encanta jugar: el juego es una poderosa herramienta de comunicación. Lo que en algún momento se visibilizó como una pérdida de tiempo, hoy nos muestra que es una estrategia para entender, conectar y ser parte del mundo infantil. En la niñez, lo que no se comunica con palabras, lo comunica el cuerpo a través del juego. Por esto, y toda vez que sea posible, es muy importante aumentar la dosis de juego y diversión en la familia; también los adultos podemos y deberíamos jugar todos los días.
Los niños son genuinos: ante situaciones desagradables, muchas veces son los primeros en hacer notar su malestar. Ellos lloran, se ríen, gritan o guardan silencio como forma de expresión. Esas estrategias que su sabia naturaleza les entrega son vías de expresión para mostrar sus malestares, sacarlos y continuar su camino con mayor alivio. En la medida que se limitan las expresiones emocionales, mayor riesgo existe de presentar enfermedades donde finalmente el cuerpo termina expresándose en forma de enfermedad. La invitación está a expresar nuestras emociones con profesionales o seres queridos que nos puedan escuchar abiertamente y sin juicios previos. En la expresión genuina de nuestras emociones, se esconde también una medicina natural capaz de aliviar un corazón adolorido.
Desde World Vision trabajamos por llevar a cada hogar un mensaje que promueva una nueva forma de ver la infancia, fomentando la Crianza con Ternura, o creando instancias de compartir on line y programas de prevención de violencia que se adapten a sus comunidades. Esto es parte de un abanico de enseñanzas que la vida nos muestra a través del tesoro de nuestra sociedad, la niñez.
Jorge Escudero Bello
Psicólogo de niños, niñas y adolescentes.
Especialista Técnico en Niñez.
World Vision Chile.